El terrible retroceso en
que se convertido la gestión del actual DT de la Vinotinto va más allá de los
pésimos resultados obtenidos
Por Manuel
Rodriguez Diaz
José Omar Pastoriza |
En 1999 el
finado José Omar Pastoriza asumió el cargo de Director Técnico de la Selección
Nacional de Fútbol de Venezuela, la Vinotinto,
cargo muy sonoro, pero se trataba de una selección prácticamente
inexistente; con escasos recursos, aún más escaso apoyo y la animadversión de
la, para entonces, reducida prensa deportiva dedicada al fútbol; el
experimentado entrenador argentino le dio a nuestros jugadores herramientas de
preparación física y táctica de las que carecían, sin embargo esto no se
tradujo en logros, en puntos, y a falta de resultados bueno fue el cambio de
dirección.
Richard Páez |
En 2001
asumió Richard Páez. Idolatrado por la prensa, el médico traumatólogo recibió
un equipo con mejores fundamentos que su predecesor y le inyectó el ánimo y la
confianza que faltaban; conquistó victorias históricas que enamoraron al país
con su fútbol. Sus méritos son indiscutibles pero al paso de los años, su
proceso se estancó y tras su salida intempestiva, en noviembre de 2007, que
incluyó gritos e insultos a la afición de la ciudad de San Cristóbal por parte
del entrenador (un detalle que la prensa casi no menciona), luego del cuarto partido de las eliminatorias
al mundial de Sudáfrica 2010, dejó un equipo desgastado y envejecido.
Cesar Farías |
Cesar Farías
toma las riendas en 2008 con la necesidad de rejuvenecer a la selección
nacional y ampliar el panorama de jugadores disponibles. A diferencia de Páez,
desde el inicio mantiene una tensa relación con los medios deportivos; sus
resultados, sin embargo, dejan claro que su proceso al frente de la Vinotinto
ha sido el mejor de la historia. Farías dejó en 2013 una selección con una
amplia base de jugadores, que incluye desde jovencitos con proyección para
aportar su juego durante muchos años, hasta elementos con gran experiencia
internacional que a corto y mediano plazo podrían ser de gran utilidad; además actualizó
el trabajo de preparación física, técnica y táctica del fútbol nacional, consiguió
la mejor actuación de Venezuela en una Copa América, en Argentina 2011, y la
clasificación a la Copa Mundial Sub 20 de Egipto 2009. Bajo su mando la
Vinotinto dejó de ser una sorpresa para convertirse en una selección respetable
y respetada. Le faltó logar la clasificación al gran evento del fútbol mundial,
y ante esa realidad dejó el cargo.
Noel
Sanvicente, un consentido de la prensa, se convirtió en director técnico de
nuestra selección en 2014. Respaldado por su exitosa carrera en fútbol
nacional, en la cual se destaca el haber puesto el nombre del Caracas F.C en el
mapa del continente por sus buenas actuaciones en Copa Libertadores. Al contrario
de los entrenadores anteriores, Sanvicente recibió a la Vinotinto en excelentes
condiciones. Del proceso anterior heredó una amplia gama de futbolistas jugando
en el exterior y una experiencia importante en planificación y logística.
En octubre
de 2014 convocó por primera vez a los jugadores que hacen vida fuera del país a
entrenar durante varios en Madrid, al concluir, uno de ellos, Oswaldo
Vizcarrondo, defensor central del Nantes de la primera división de la liga
francesa, dijo a los periodistas una frase que estos no resaltaron (a fin de
cuentas se trataba de Chita Sanvicente, el técnico que ellos querían allí) pero
que es muy significativa: “nos vamos con una saturación de conceptos tácticos”.
Esas
palabras bien pueden resumir la causa del desastre que ha sido el paso de Noel
Sanvicente por la selección nacional. Chita paso por alto que ya no estaba
dirigiendo a un club, donde los entrenadores disponen de todo el tiempo para
“saturar” a los jugadores con “conceptos tácticos.” Chita quiso trabajar como si aún estuviera en
aquel Caracas al que tuvo que enseñar a competir en el ámbito internacional o
en ese Zamora al que llegó cuando el equipo virtualmente no tenía nada y pudo
convertirlo en un campeón (merito que se le reconocerá siempre).
Pero la
selección no es un club. En la selección los futbolistas, todos hechos y
derechos y en su mayoría jugando torneos competitivos fuera del país,
especialmente en Europa, no disponen de tiempo para “saturarse de conceptos”.
Sencillamente no hay tiempo para eso; antes de cada partido, sea de competencia
o no, sólo hay unos pocos días para trabajar y prepararse. La selección está
para jugar, no para inventar el fútbol.
3 puntos en
la lista de Sanvicente
Un cuerpo
técnico incompleto. Noel
Sanvicente incluyó en su equipo de trabajo a un asistente técnico que no es
técnico y a un preparador de arqueros que no es preparador de arqueros. José
Manuel Rey tuvo una brillante carrera como jugador en clubes dentro y fuera del
país, además es parte de la historia de la Selección Nacional, pero, no es un
entrenador de fútbol; de la misma forma, Gilberto Angelucci, fue un arquero
notable, con experiencia internacional y con importante participación en el
seleccionado y cuenta con su título de entrenador de fútbol, pero no tiene
formación específica como preparador de arqueros que es la función que le
asignó el seleccionador nacional.
Las
convocatorias. Alexander González, jugador del
Young Boys de suiza formado en el Caracas F.C, juega actualmente como
centrocampista; en sus inicios lo hizo como lateral derecho. ¿Por qué jugó como
lateral izquierdo ante Bolivia el pasado12 de noviembre de 2015? Porque este
cuerpo técnico que encabeza Noel Sanvicente, en más de un año de trabajo, sólo
ha confiado en Gabriel Cichero y Fernando Amorebieta para desempeñarse en esa
posición, y al no disponer (por los motivos que sea) de ninguno de ellos para
disputar ese encuentro recurrió a la improvisación, ya que ha reducido el
número de jugadores con minutos de juego en la selección. Otro ejemplo de cómo
las convocatorias realizadas por Noel Sanvicente son causa de la crisis, está
en la inclusión del jugador Francisco Carabalí, quien luego de ser echado del
Caracas F.C por indisciplina, se unió a Mineros de Guayana (seguramente por
petición de quien fuera en ese momento DT de ese equipo, Luis pájaro Vera, ex
asistente de Chita) club en el que ha tenido poca o nula participación.
Incluirlo en el listado luego de esos hechos demuestra una falta de respeto por
parte de Sanvicente para con el fútbol profesional venezolano.
El vestuario.
Luego de la dolorosa derrota ante
Ecuador el 17 de noviembre, Noel Sanvicente dijo que no se sentía “apoyado
desde adentro de la cancha”, insinuando que algún o algunos jugadores de alguna manera sabotean su trabajo. Si eso
es cierto, no lo exculpa para nada. Él es el entrenador, es el jefe, y si no lo
siguen y hasta estropean su labor intencionalmente, significa que no supo ni convencer ni
imponerse.
El terrible
retroceso en que se convertido la gestión del actual DT de la Vinotinto va más
allá de los pésimos resultados obtenidos, estos son una consecuencia de la
escasa visión de alguien que se creía listo para ponerse ese traje…. y le quedó
grande.
1 comentario:
Gancho en la nariz. Bien escrito
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